Hemos hablado de dieta para el sistema nervioso, para mantener una musculatura saludable, para mejorar nuestra visión, pero ¿sabías que también hay alimentos que ayudan mejorar tu humor?
Sí, los hay y varios. De hecho la nutricionista Susan Kleiner se dio a la tarea de investigar y escribir un libro llamado "The good mood diet" (La dieta del buen humor) donde enseña qué productos nos mantienen despiertos y centrados durante el día.
Según el texto, los lácteos son fundamentales ya que al ser ricos en el aminoácido triptófano incrementan los niveles de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo.
Otros alimentos que aumentan los niveles de serotonina son los hidratos de carbono como la pasta, el arroz, las papas o el pan.
Además, la nutricionista aconseja a quienes sufren de dolor de cabeza y altos niveles de estrés, que siempre tengan cerca un puñado de frutos secos. Por lo general, son ser ricos en magnesio, que se sabe reduce los dolores de cabeza y son un buen calmante para la tensión.
Entre otros productos mencionados por Susan Kleiner están:
Espinacas: como fuente del ácido fólico y una vitamina también conocida como folate.
Los estudios han ligado la deficiencia de ácido fólico a la depresión, en parte porque poco ácido fólico conduce a niveles inferiores del serotonina en el cerebro.
Otros alimentos que contienen ácido fólico incluyen las semillas de girasol, hojas verdes, brócoli, germen del trigo, avena, frijoles, las lentejas, soja y mostaza.
Fresas: contienen fibra soluble, que ayudan a retardar el proceso de la digestión, que puede, alternadamente, mantener niveles de azúcar en la sangre estables, lo que ayuda a sentirse menos irritable.
Yogurt con poca grasa: es una buena fuente de proteínas, que pueden ayudar a sostener el buen humor pues retrasan la absorción de carbohidratos en la circulación sanguínea. Otras fuentes de proteína son la carne, los huevos y el queso.
Leche: los productos lácteos contienen proteína del suero, que pueden reducir respuestas físicas a la tensión, mejorar humor y ayudan a la memoria.
Pescados: por ejemplo, el salmón, la caballa y las sardinas. Son ricos en ácidos grasos omega-3, y los estudios han establecido una conexión entre los niveles bajos de omega-3 y la depresión.
Papas: Los carbohidratos elevn los niveles del serotonina.
Nueces de Brasil: una sola de ellas entrega el selenio que necesitamos para elevar nuestro buen humor. Otras fuentes adicionales de selenio son atún, cereales integrales y pez espada.
Cafeína: en cantidades moderadas, realza el funcionamiento físico y mental. Recuerda que beber demasiada puede alterar los nervios o dar dolor de cabeza. Se sugiere tomar una o dos tazas de café o té, sobre todo, antes de la comida.
Requesón: Es una fuente rica de la vitamina B12. Como el ácido fólico, los niveles disminuidos de B12 se han ligado a la depresión. Se puede conseguir el B12 en almejas y ostras.
TIPS AL COMER
Para mejorar aún más el ambiente y el humor al comer, considera estos consejos que van más allá de la comida:
· Siéntate a comer con calma, sin apuros. Percibe los aromas y sabores de la comida para obtener mayor sensación de placer.
· No hables temas serios o de trabajo mientras comes. Ten conversaciones alegres y agradables.
Sí, los hay y varios. De hecho la nutricionista Susan Kleiner se dio a la tarea de investigar y escribir un libro llamado "The good mood diet" (La dieta del buen humor) donde enseña qué productos nos mantienen despiertos y centrados durante el día.
Según el texto, los lácteos son fundamentales ya que al ser ricos en el aminoácido triptófano incrementan los niveles de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo.
Otros alimentos que aumentan los niveles de serotonina son los hidratos de carbono como la pasta, el arroz, las papas o el pan.
Además, la nutricionista aconseja a quienes sufren de dolor de cabeza y altos niveles de estrés, que siempre tengan cerca un puñado de frutos secos. Por lo general, son ser ricos en magnesio, que se sabe reduce los dolores de cabeza y son un buen calmante para la tensión.
Entre otros productos mencionados por Susan Kleiner están:
Espinacas: como fuente del ácido fólico y una vitamina también conocida como folate.
Los estudios han ligado la deficiencia de ácido fólico a la depresión, en parte porque poco ácido fólico conduce a niveles inferiores del serotonina en el cerebro.
Otros alimentos que contienen ácido fólico incluyen las semillas de girasol, hojas verdes, brócoli, germen del trigo, avena, frijoles, las lentejas, soja y mostaza.
Fresas: contienen fibra soluble, que ayudan a retardar el proceso de la digestión, que puede, alternadamente, mantener niveles de azúcar en la sangre estables, lo que ayuda a sentirse menos irritable.
Yogurt con poca grasa: es una buena fuente de proteínas, que pueden ayudar a sostener el buen humor pues retrasan la absorción de carbohidratos en la circulación sanguínea. Otras fuentes de proteína son la carne, los huevos y el queso.
Leche: los productos lácteos contienen proteína del suero, que pueden reducir respuestas físicas a la tensión, mejorar humor y ayudan a la memoria.
Pescados: por ejemplo, el salmón, la caballa y las sardinas. Son ricos en ácidos grasos omega-3, y los estudios han establecido una conexión entre los niveles bajos de omega-3 y la depresión.
Papas: Los carbohidratos elevn los niveles del serotonina.
Nueces de Brasil: una sola de ellas entrega el selenio que necesitamos para elevar nuestro buen humor. Otras fuentes adicionales de selenio son atún, cereales integrales y pez espada.
Cafeína: en cantidades moderadas, realza el funcionamiento físico y mental. Recuerda que beber demasiada puede alterar los nervios o dar dolor de cabeza. Se sugiere tomar una o dos tazas de café o té, sobre todo, antes de la comida.
Requesón: Es una fuente rica de la vitamina B12. Como el ácido fólico, los niveles disminuidos de B12 se han ligado a la depresión. Se puede conseguir el B12 en almejas y ostras.
TIPS AL COMER
Para mejorar aún más el ambiente y el humor al comer, considera estos consejos que van más allá de la comida:
· Siéntate a comer con calma, sin apuros. Percibe los aromas y sabores de la comida para obtener mayor sensación de placer.
· No hables temas serios o de trabajo mientras comes. Ten conversaciones alegres y agradables.
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