Entérate de los secretos que te harán disfrutar de manera insuperable de todo el placer que produce tomar una taza de esta clásica bebida.
El café ha estado presente en la historia del hombre a lo largo de los siglos. Originario de Etiopía, en la actualidad millones en el mundo lo consumen y por eso en Estilohoy.com te contamos los secretos para que su consumo te produzca el placer y deleite que te mereces.
En primer lugar, e independiente del tipo de cafetera que utilices, debes revisar que se encuentre limpia, ya que cualquier otra sustancia ajena perjudicará el sabor y aroma del café. Posteriormente, debes asegurarte que utilizas una buena calidad de agua, con poca dureza y nulo sabor o aroma.
El grano es otra de las claves para que disfrutes del café: debe ser de buena calidad, lo que se indica en los envases. Si vas a prepararlo tu mismo debes moler el grano con el tamaño indicado para tu cafetera. Emplea la proporción adecuada de agua, sin cargar demasiado el café o sin dejarlo muy diluido, a menos que lo prefieras así. Ten en cuenta el tiempo de preparación según la cafetera.
Posteriormente sírvelo. Jamás lo recalientes si se enfría. Lo ideal es prepararlo instantes antes de decidirse a tomar una taza. No lo sirvas a una temperatura excesiva, puede resultar hasta peligroso y desde luego muy molesto cuando se está desprevenido, quemando los labios. La idea es disfrutar, no sufrir.
Si te dijeron que guardarlo en el congelador era una buena idea para conservar su sabor, olvídalo, sobretodo en el caso del grano molido, ya que la humedad del refrigerador hace que el café se vuelva amargo y pierda su aroma. Si ya está molido puedes mantenerlo fresco y con su particular aroma en un frasco oscuro, hecho de materiales que no absorban olores y de cierre hermético. Debes saber que el grano molido sólo conserva sus propiedades de 10 a 15 días, incluso algunas empresas aseguran que cuando se muele dura sólo un día.
No lo guardes en lugares calientes, cerca de la estufa o el refrigerador que emanan calor, el cual se encarga de descomponer las partículas que conforman el grano, con lo que el aroma y sabor desaparecen.
El cocholate amargo es el compañero ideal para el café, ya que realza su sabor de forma insuperable.
Por último, no olvides que todo lo que rodea al momento de tomar café, puede influir gratamente, como por ejemplo la utilización de las tazas adecuadas, un ambiente cálido y relajado y así como también la compañía de una linda chica.
En primer lugar, e independiente del tipo de cafetera que utilices, debes revisar que se encuentre limpia, ya que cualquier otra sustancia ajena perjudicará el sabor y aroma del café. Posteriormente, debes asegurarte que utilizas una buena calidad de agua, con poca dureza y nulo sabor o aroma.
El grano es otra de las claves para que disfrutes del café: debe ser de buena calidad, lo que se indica en los envases. Si vas a prepararlo tu mismo debes moler el grano con el tamaño indicado para tu cafetera. Emplea la proporción adecuada de agua, sin cargar demasiado el café o sin dejarlo muy diluido, a menos que lo prefieras así. Ten en cuenta el tiempo de preparación según la cafetera.
Posteriormente sírvelo. Jamás lo recalientes si se enfría. Lo ideal es prepararlo instantes antes de decidirse a tomar una taza. No lo sirvas a una temperatura excesiva, puede resultar hasta peligroso y desde luego muy molesto cuando se está desprevenido, quemando los labios. La idea es disfrutar, no sufrir.
Si te dijeron que guardarlo en el congelador era una buena idea para conservar su sabor, olvídalo, sobretodo en el caso del grano molido, ya que la humedad del refrigerador hace que el café se vuelva amargo y pierda su aroma. Si ya está molido puedes mantenerlo fresco y con su particular aroma en un frasco oscuro, hecho de materiales que no absorban olores y de cierre hermético. Debes saber que el grano molido sólo conserva sus propiedades de 10 a 15 días, incluso algunas empresas aseguran que cuando se muele dura sólo un día.
No lo guardes en lugares calientes, cerca de la estufa o el refrigerador que emanan calor, el cual se encarga de descomponer las partículas que conforman el grano, con lo que el aroma y sabor desaparecen.
El cocholate amargo es el compañero ideal para el café, ya que realza su sabor de forma insuperable.
Por último, no olvides que todo lo que rodea al momento de tomar café, puede influir gratamente, como por ejemplo la utilización de las tazas adecuadas, un ambiente cálido y relajado y así como también la compañía de una linda chica.
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