Miren nomas lo que andan queriendo hacer estos Europeos por ellos y los demas, a ver si nos podemos poner de acuerdo algun dia los Latinoamaricanos, al menos en hacer algo asi en nuestros deciertos , o al menos en la Baja California, aqui sobra tierra y SOLLL, muchisimooo, a ver como les sale esto a los del viejo mundo, y los del nuevo a ver que aprendemos .
En fin Bajabundos , con este sol y el calor que hace aqui era pa´nos sobrara la enegia pa desalar agua , calentarla en Invierno, o hasta pa tener los aires prendidos las 24 horas y no usar electricida , ciudense y ahy les paso todo el rolloo osea el reportajeee
Suerte, que se diviertan y cuidense del sol y del calorrrrr
Varias empresas apoyan la idea de aprovechar el potencial solar de este desierto para abastecer de energía a toda la UE
Suerte, que se diviertan y cuidense del sol y del calorrrrr
Varias empresas apoyan la idea de aprovechar el potencial solar de este desierto para abastecer de energía a toda la UE
Las necesidades energéticas de Europa se cubrirían con paneles solares en tan sólo el 0,3% del desierto del Sahara; el 1% abastecería a todo el mundo.
Es la teoría que lleva años rondando las mentes de los responsables del proyecto Desertec. Ahora, llevarlo a la práctica es una realidad: un consorcio de empresas ha anunciado su intención de involucrarse en el proyecto, lo que supondrá una inversión de 400.000 millones de euros. No obstante, diversos expertos recuerdan las dificultades y desafíos que deberán hacer frente para que se materialice.
La base del proyecto Desertec es tan sencilla como lógica: el desierto del Sahara, mucho espacio libre y muchas horas de luz con rayos solares de gran intensidad. El lugar ideal para instalar una gigantesca granja de colectores solares de concentración (CSP) que podrían suministrar energía a los países vecinos y a toda Europa. Sus responsables simulan en un mapa la superficie total de desierto (aunque los paneles se distribuirían por todo el norte de África) que debería cubrirse con estas plantas solares: el cuadrado rojo más grande abastecería de energía a todo el mundo; debajo del mismo, el estimado para toda Europa. Asimismo, sus responsables calculan que el 90% de la población mundial vive cerca de un desierto, por lo que la idea sería extensible a otros desiertos del mundo.
Hace poco tiempo, una veintena de empresas, en su mayoría alemanas (aunque también se encuentra la multinacional española Abengoa Solar) ha dado a conocer su objetivo de reunir los 400.000 millones de euros que necesita el proyecto para su puesta en marcha. Y parece que el anuncio podría ir en serio, a juzgar por la magnitud y nombre de las empresas (la aseguradora Munich Re, Deutsche Bank, Siemens o E.On, entre otras). Los responsables del proyecto estiman que no sería hasta 2019 cuando se empezara a transmitir la primera energía producida en estas plantas solares.
La idea se basa en montar una red de cooperación entre Europa y la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA en sus siglas inglesas), y aprovechar no sólo la energía solar, sino también la eólica, la hidroeléctrica, la biomasa y la geotérmica generada en dichas áreas. Por ejemplo, ya hay trabajos de campo que señalan a Marruecos y el Mar Rojo como las mejores zonas para instalar aerogeneradores. Asimismo, estas instalaciones podrían servir también para la puesta en marcha de varias plantas desaladoras que podrían suministrar agua de consumo humano y para crear cultivos en dichas zonas desérticas.
No obstante, la parte fundamental del proyecto se mueve en el aprovechamiento de la energía solar. La mejor opción parece la energía solar térmica, en concreto la construcción de grandes CSP ubicadas en los mejores lugares de MENA. Los responsables de Desertec estiman que cada una de estas granjas solares podría generar entre 50 y 200 megavatios (MW), y de contar con la financiación señalada, se podría lograr un conjunto de granjas con una capacidad de 100 gigavatios (GW), suficientes para cubrir el 15% de las necesidades energéticas europeas.
Otros expertos tampoco desechan la posibilidad de la energía solar fotovoltaica, habida cuenta de los progresos de esta tecnología y su reducción progresiva de costes. Por ejemplo, Arnulf Jaeger-Walden, del Instituto de la Energía, dependiente de la Comisión Europea, ha calculado que los paneles fotovoltaicos instalados en el Sahara podrían producir hasta tres veces más electricidad. Ahora bien, estima que se necesitaría invertir 1.400 millones de euros cada año hasta 2050.
Una vez conseguida la energía, el siguiente paso sería transportarla a sus lugares de consumo. Tanto las ciudades de los países africanos como las europeas se encuentran muy alejadas de estas plantas solares, por lo que las pérdidas de electricidad de una red convencional serían considerables. Por ello, se propone una super red de líneas de transmisión de corriente continua de alto voltaje (HVDC en sus siglas en inglés) con un sistema que luego permitiría convertirlo a la corriente alterna utilizada en la red convencional. De esta manera, los expertos de Desertec aseguran que sería factible transmitir la electricidad desde el norte de África al Reino Unido con pérdidas menores al 10%. Algunos expertos sostienen que este proyecto podría asentar los cimientos para la nueva red eléctrica necesaria con el fin de aprovechar las energías renovables.
Críticas y desafíos del proyecto
La idea del proyecto Desertec no es nueva, pero las dificultades técnicas, económicas e institucionales no la han dejado pasar de su fase teórica. Son varios los expertos que señalan los desafíos que tendrá que hacer frente el proyecto, e incluso, algunos dudan de que sea viable aunque se disponga de la financiación que ha anunciado el consorcio de empresas.
Anthony Patt, experto del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, con sede en Austria, señala la inestabilidad política de la zona, la complejidad de poner de acuerdo a los países africanos y europeos interesados, o la falta de un plan de negocio coherente que permita gestionar adecuadamente las fases del proyecto. No obstante, considera que el desafío mayor supone traer la electricidad a Europa, ya que afirma que el sistema de distribución eléctrico europeo es en realidad una colección de 27 sistemas diferentes. Por ello, explica Patt, si no se consigue su verdadera integración, será muy difícil distribuir la energía proveniente del Sahara.
Hay quienes destacan que el éxito depende de una verdadera colaboración entre la Unión Europea y los países norteafricanos, algo que hoy por hoy no se produce. Por ejemplo, Marruecos podría recelar del control de las empresas alemanas, y Francia está más interesada en vender a su antigua colonia la tecnología nuclear que la solar.
Por su parte, otros expertos recuerdan que en el desierto estas instalaciones necesitarían unas labores de mantenimiento mucho mayores, y agua para su funcionamiento. Por eso, algunos expertos consideran que el conjunto de las dificultades hacen inviable la idea. Aun cuando se consiga la financiación inicial para ponerlo en marcha, los retrasos en alguna fase implicarían un incremento considerable de los costes.
Link: http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2009/07/23/186801.php
La base del proyecto Desertec es tan sencilla como lógica: el desierto del Sahara, mucho espacio libre y muchas horas de luz con rayos solares de gran intensidad. El lugar ideal para instalar una gigantesca granja de colectores solares de concentración (CSP) que podrían suministrar energía a los países vecinos y a toda Europa. Sus responsables simulan en un mapa la superficie total de desierto (aunque los paneles se distribuirían por todo el norte de África) que debería cubrirse con estas plantas solares: el cuadrado rojo más grande abastecería de energía a todo el mundo; debajo del mismo, el estimado para toda Europa. Asimismo, sus responsables calculan que el 90% de la población mundial vive cerca de un desierto, por lo que la idea sería extensible a otros desiertos del mundo.
Hace poco tiempo, una veintena de empresas, en su mayoría alemanas (aunque también se encuentra la multinacional española Abengoa Solar) ha dado a conocer su objetivo de reunir los 400.000 millones de euros que necesita el proyecto para su puesta en marcha. Y parece que el anuncio podría ir en serio, a juzgar por la magnitud y nombre de las empresas (la aseguradora Munich Re, Deutsche Bank, Siemens o E.On, entre otras). Los responsables del proyecto estiman que no sería hasta 2019 cuando se empezara a transmitir la primera energía producida en estas plantas solares.
La idea se basa en montar una red de cooperación entre Europa y la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA en sus siglas inglesas), y aprovechar no sólo la energía solar, sino también la eólica, la hidroeléctrica, la biomasa y la geotérmica generada en dichas áreas. Por ejemplo, ya hay trabajos de campo que señalan a Marruecos y el Mar Rojo como las mejores zonas para instalar aerogeneradores. Asimismo, estas instalaciones podrían servir también para la puesta en marcha de varias plantas desaladoras que podrían suministrar agua de consumo humano y para crear cultivos en dichas zonas desérticas.
No obstante, la parte fundamental del proyecto se mueve en el aprovechamiento de la energía solar. La mejor opción parece la energía solar térmica, en concreto la construcción de grandes CSP ubicadas en los mejores lugares de MENA. Los responsables de Desertec estiman que cada una de estas granjas solares podría generar entre 50 y 200 megavatios (MW), y de contar con la financiación señalada, se podría lograr un conjunto de granjas con una capacidad de 100 gigavatios (GW), suficientes para cubrir el 15% de las necesidades energéticas europeas.
Otros expertos tampoco desechan la posibilidad de la energía solar fotovoltaica, habida cuenta de los progresos de esta tecnología y su reducción progresiva de costes. Por ejemplo, Arnulf Jaeger-Walden, del Instituto de la Energía, dependiente de la Comisión Europea, ha calculado que los paneles fotovoltaicos instalados en el Sahara podrían producir hasta tres veces más electricidad. Ahora bien, estima que se necesitaría invertir 1.400 millones de euros cada año hasta 2050.
Una vez conseguida la energía, el siguiente paso sería transportarla a sus lugares de consumo. Tanto las ciudades de los países africanos como las europeas se encuentran muy alejadas de estas plantas solares, por lo que las pérdidas de electricidad de una red convencional serían considerables. Por ello, se propone una super red de líneas de transmisión de corriente continua de alto voltaje (HVDC en sus siglas en inglés) con un sistema que luego permitiría convertirlo a la corriente alterna utilizada en la red convencional. De esta manera, los expertos de Desertec aseguran que sería factible transmitir la electricidad desde el norte de África al Reino Unido con pérdidas menores al 10%. Algunos expertos sostienen que este proyecto podría asentar los cimientos para la nueva red eléctrica necesaria con el fin de aprovechar las energías renovables.
Críticas y desafíos del proyecto
La idea del proyecto Desertec no es nueva, pero las dificultades técnicas, económicas e institucionales no la han dejado pasar de su fase teórica. Son varios los expertos que señalan los desafíos que tendrá que hacer frente el proyecto, e incluso, algunos dudan de que sea viable aunque se disponga de la financiación que ha anunciado el consorcio de empresas.
Anthony Patt, experto del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, con sede en Austria, señala la inestabilidad política de la zona, la complejidad de poner de acuerdo a los países africanos y europeos interesados, o la falta de un plan de negocio coherente que permita gestionar adecuadamente las fases del proyecto. No obstante, considera que el desafío mayor supone traer la electricidad a Europa, ya que afirma que el sistema de distribución eléctrico europeo es en realidad una colección de 27 sistemas diferentes. Por ello, explica Patt, si no se consigue su verdadera integración, será muy difícil distribuir la energía proveniente del Sahara.
Hay quienes destacan que el éxito depende de una verdadera colaboración entre la Unión Europea y los países norteafricanos, algo que hoy por hoy no se produce. Por ejemplo, Marruecos podría recelar del control de las empresas alemanas, y Francia está más interesada en vender a su antigua colonia la tecnología nuclear que la solar.
Por su parte, otros expertos recuerdan que en el desierto estas instalaciones necesitarían unas labores de mantenimiento mucho mayores, y agua para su funcionamiento. Por eso, algunos expertos consideran que el conjunto de las dificultades hacen inviable la idea. Aun cuando se consiga la financiación inicial para ponerlo en marcha, los retrasos en alguna fase implicarían un incremento considerable de los costes.
Link: http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2009/07/23/186801.php